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Conservación de alimentos durante el verano

Cada año el 10% de la población mundial padece alguna Enfermedad de Transmisión por Alimentos (ETA), de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque pueden ser múltiples las causas que las generan, es un hecho que durante la temporada de verano aumentan los casos, debido al impacto que tienen los días de calor en los alimentos que se consumen diariamente.

El aumento en la temperatura de un alimento puede afectar sus características de inocuidad, favoreciendo el crecimiento microbiano en aquellos alimentos que contienen alta humedad y otros nutrientes que son medios propicios para la proliferación de bacterias y hongos, como proteínas, grasas y carbohidratos.  Es por es esto que se debe tener especial cuidado a la hora de conservarlos y, sobre todo, de consumirlos.

Otro ejemplo de esto, son los productos fermentados, como lácteos y derivados. De acuerdo a Juan Pablo Molineiro, Gerente de Unidad Aguas y Alimentos de Dictuc, este tipo de alimento “tiene microorganismos en su formación y se pudieran generar con mayor facilidad la proliferación de estos y el cambio en algunos atributos químicos como la acidez y el pH”.

Tal como se mencionaba anteriormente, el aumento de la temperatura en los alimentos también favorece la degradación o reactividad de ciertos componentes como grasas y otros nutrientes. Esto significa que se podrían generar reacciones que produzcan alteraciones en los parámetros organolépticos, como la acidez o rancidez de un producto.

Alimentos más afectados por aumento de temperatura

Los productos alimenticios que se ven más afectados por un cambio de temperatura, son aquellos que requieren mantenerse en una cadena de frío constante, ya sea refrigerados o congelados. Como señala Molineiro, “Los productos refrigerados mal conservados pueden rápidamente generar crecimiento microbiano o proliferación de hongos y levaduras ante el aumento de la temperatura”.

En el caso de los productos frescos, como pescados o mariscos, la conservación de la cadena de frío es fundamental. Esto se debe a la rápida descomposición de las proteínas por el aumento de la temperatura y reacciones de oxidativas, las cuales generan compuestos amínicos o amoniaco, que son particularmente indeseables al olfato.

Recomendaciones

Todos los lugares de expendio o preparación de alimentos por normativa vigente deben contar con los equipos necesarios para mantener las condiciones de almacenamiento señaladas por el fabricante. Se debe monitorear periódicamente el estado y la temperatura de operación para refrigeradores y congeladores, con las respectivas mantenciones preventivas y rutinarias para conservar la limpieza y operación de los mismos.

Así mismo, es muy importante resguardar la cadena de frío en las actividades de transporte de los alimentos, con el fin de no afectar sus propiedades organolépticas o nutricionales por una conservación no adecuada.

Debido a lo anterior, con mayor énfasis en épocas de calor, es recomendable:

  • Consumir alimentos cocidos.
  • No consumir o adquirir alimentos frescos en lugares donde no se garantiza una adecuada cadena de frío.
  • Preferir siempre alimentos del comercio establecido, que se encuentren en las condiciones de almacenamiento adecuadas según la indicación del fabricante del producto.
  • Preferir alimentos en sus envases originales y ser el principal fiscalizador de sus proveedores.
  • Adquirir productos donde realmente se demuestre cuidado y consistencia en la preparación y manipulación de estos.

En Dictuc contamos con múltiples capacidades para apoyarte para asegurar la calidad de tu producto y desarrollamos soluciones a medida para resolver tus problemas.

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