Con la llegada del otoño y el progresivo descenso de las temperaturas, los hogares comienzan a experimentar un aumento en sus gastos energéticos. A esto se suman el cambio de horario y la reducción de las horas de luz natural, factores que incrementan el consumo de energía asociado a iluminación y en especial a calefacción.
Por eso, conversamos con Fabián Hormazábal, consultor asociado de Dictuc y especialista en ingeniería térmica y energía sustentable, quien entrega algunas recomendaciones claves para hacer un uso más eficiente de la calefacción y, así, evitar que los gastos se disparen durante esta temporada.
Prepara tu espacio: la eficiencia parte por el aislamiento térmico
Antes de invertir en nuevos sistemas de calefacción, es fundamental acondicionar tu vivienda. Problemas como infiltraciones de aire, aislamiento térmico deficiente o equipos ineficientes son comunes y afectan directamente el rendimiento energético.
Algunas acciones recomendadas:
- Revisar puertas y ventanas para minimizar infiltraciones de aire.
- Instalar cintas sellantes en marcos y rendijas, pero procurando que exista algún nivel de ventilación natural de la vivienda.
- Utilizar cortinas térmicas tipo black out, que reducen significativamente la pérdida de calor a través de los vidrios.
Aunque estas mejoras pueden implicar una inversión inicial —como la instalación de termopaneles o reparaciones menores—, su impacto en el consumo energético y el confort térmico se traduce en ahorros considerables a corto y mediano plazo.
Elige el artefacto adecuado para cada espacio
Cada equipo de calefacción tiene especificaciones sobre el tamaño del ambiente para el cual fue diseñado. Usar un artefacto sobredimensionado o subdimensionado puede resultar ineficiente y costoso. Por eso, es importante:
- Revisar la ficha técnica antes de comprar.
- Preferir equipos con termostato, que regulan automáticamente la temperatura y evitan el sobreconsumo.
- No sobrecalentar los espacios. Una temperatura de entre 20°C a 21°C es suficiente. Si aun siente frío, abríguese un poco más.
Optimiza la ubicación y segmenta los espacios
Ubicar los equipos de calefacción en los sectores más utilizados del hogar, cerrar puertas y usar cortinas divisorias permite mantener el calor en áreas específicas y reducir el consumo general. Esta estrategia también ayuda a que los sistemas trabajen de manera más eficiente.
No olvides ventilar: la seguridad ante todo
Si bien mantener los espacios cálidos es una prioridad, también lo es la seguridad. Ventilar diariamente es clave para evitar la acumulación de gases peligrosos y prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono, especialmente en hogares que utilizan calefactores a gas o parafina.
Este tema lo abordaremos en detalle en una próxima publicación dedicada al uso seguro de artefactos calefactores.