Todo lo que necesitas saber sobre tu calefón
Los utilizamos a diario y hacen de las frías mañanas algo más amigables, pero la verdad es que pocos saben cómo funcionan, cuáles son los factores que afectan su eficiencia y qué medidas debemos tener en cuenta para usarlos de manera segura. A continuación, te contaremos lo que necesitas saber sobre tu calefón.
Para comenzar, el calefón es un artefacto que calienta el agua gracias a la energía liberada por la combustión de un gas, la cual templa un serpentín por donde circula el agua fría, aumentando la temperatura de esta.
Existen factores que serán determinantes en el grado de temperatura con la que recibiremos el líquido, dentro de estas, la más importante es el flujo de agua que necesitamos calentar, el que debe ser similar a la capacidad del calefón.
Por ejemplo, si nuestro calefón tiene una capacidad de 5 litros, esto quiere decir, que es capaz de elevar en 25°C la temperatura de un flujo de agua de 5 litros por minuto. En caso de pasar el doble de agua, en este caso, 10 litros por minuto, el agua se calentará solo 12,5°C por sobre su temperatura inicial.
Al respecto, Fabián Hormazábal, Gerente de la Unidad Ingeniería Térmica y Medio Ambiente de Dictuc, asegura que “en general, la capacidad del calefón que se necesitará depende de cuántas llaves de agua caliente se tendrán abiertas simultáneamente (lavamanos, lavaplatos, duchas, etc.). Si solo necesitamos el lavaplatos o lava manos, bastará con un calefón de 5 o 7 litros/minuto. Si nuestra necesidad es solo la ducha, sin otro consumo simultáneo, la capacidad requerida pudiera ser de 11 o 14 litros/minutos. Nos obstante, si además de la ducha se estará utilizando un lavaplatos y otra ducha, la capacidad ya debiera ser superior a 14 litros/minutos.”
En relación a esto, el profesional de Dictuc explica que lo más importante es siempre tratar de utilizar la menor cantidad de agua caliente posible, ya que, por ejemplo, “en las duchas es típico que salgan entre 12 y hasta 17 litros por minuto, siendo que para una ducha adecuada bastan con entre 7 y 10 litros por minutos”, por lo que elementos como los reductores de flujo podrían ser una buena alternativa para disminuir el nivel de consumo de un calefón.
A su vez, otra variable a tener en cuenta, es el lugar donde ubicaremos el artefacto, ya que por ley está prohibido instalarlos en dormitorios o baños, y el exterior de la casa suele ser la mejor opción, siempre y cuando queden protegidos de corrientes de aire y lluvia. Sin embargo, se debe considerar que entre mayor sea la distancia entre la llave de agua y el calefón, menor será la temperatura con la que llegará al usuario, debido a las pérdidas de energía producidas en el trayecto.
Medidas de Seguridad
En caso de tener el calefón al interior de la vivienda, además de cumplir con la normativa vigente en el Decreto 66, “se debe verificar permanentemente que su ducto de evacuación de gases no se haya desprendido, que no existan fugas de gas ni de agua y que su carcaza no presente carbonización”, asegura Hormazábal.
El Gerente de la Unidad Ingeniería Térmica y Medio Ambiente, agrega que “si se detecta que el calefón no calienta como debería el agua, si existen fugas de gas o agua, si enciende, pero a los pocos segundos se apaga o si es que aun cuando se abra el agua, el quemador principal no enciende, son algunas señales de que nuestro calefón necesita que un técnico calificado lo revise.”
Otras recomendaciones
En caso de adquirir un calefón nuevo se debe prestar atención al tipo de gas con el que cuente la vivienda, esto debido a que los artefactos a gas licuado no funcionan con gas natural y viceversa, a no ser que sean sometidos a un procedimiento de conversión.
Otro factor a tener en cuenta, es que los calefones con piloto intermitente o sin piloto, tienen un menor consumo de combustible, debido a que utilizan menos gas durante el encendido, por ende tienen una ventaja en relación a los artefactos que cuentan con piloto permanentemente.