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Junaeb y Dictuc. Unidos para entregar confianza

La Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, JUNAEB, brinda año a año una importante función de otorgar raciones de alimentos a cerca de 3 millones de estudiantes en condición de vulnerabilidad, pertenecientes a establecimientos educacionales municipales y particulares subvencionados.

Esta labor, es llevada a cabo por empresas que participan del proceso de licitación más grande del Estado, el cual otorga un total de US$1.000 millones, destinados a cubrir las necesidades tanto del Programa de Alimentación Escolar (PAE), como del Programa de Alimentación Párvulos (PAP).

Para evitar cualquier tipo de irregularidad, lobby o presión corporativa, fue creada una comisión evaluadora compuesta por JUNJI, Fundación Integra, la Subsecretaria de Educación y Subsecretaria Parvularia del Ministerio de Educación, la Dirección de Presupuestos y JUNAEB, cuyo objetivo es “realizar la revisión de los antecedentes técnicos, administrativos, financieros y económicos, además de resolver situaciones detectadas durante la misma revisión y evaluación”, indica Andrea Lulión, Jefa del Departamento de Procesos de Compras y Licitaciones de JUNAEB.

En este marco, dentro de las bases de la licitación, queda establecido un modelo matemático, cuya aplicación está a cargo de Dictuc -mediante su spin off Notus- a través del cual es posible realizar una selección óptima, ponderando precio y calidad técnica de las ofertas.

Al respecto, Pedro Halçartégaray, Gerente Comercial en Notus, asegura que “llevamos 3 años realizando ajustes al modelo, en conjunto con JUNAEB, en base a las experiencia aprendida en licitaciones anteriores, y en base al análisis de los resultados obtenidos por el modelo.”

El profesional de Dictuc, indica que este modelo no solo es capaz asegurar la robustez financiera de las empresas, sino también calcular la mejor forma de asignar las raciones asociadas a cada establecimiento, tomando en cuenta a los diferentes postulantes para cada unidad territorial, donde sus resultado deben asegurar la cobertura de la red de establecimientos, evitando la dependencia de una o dos empresas y con el mínimo costo para el Estado.

En opinión de Andrea Lulión, la importancia de la aplicación de este modelo radica en que “cada uno de los oferentes participantes, puede presentar hasta un máximo de 6.000 ofertas y en general participan en la licitación 20 oferentes aproximadamente, por lo tanto la cantidad de datos y posibilidades de selección es muy grande.”

Este panorama, según Halçartégaray, se ha visto resuelto en gran medida gracias al modelo matemático, ya que “en solo días, se pueden analizar todas las ofertas económicas, y definir la asignación óptima, que garantice los intereses de los establecimientos educacionales y del Estado, en forma completamente transparente.”

De este modo, experiencias colaborativas como la de JUNAEB y Dictuc, son un reflejo de como la implementación de herramientas tecnológicas pueden ayudar a aumentar la eficiencia de sistemas complejos, y que en palabras de Andrea Lulión, “dan certeza al proceso de evaluación y permiten descartar cualquier duda frente a la obtención de resultados.”