El cambio climático y la protección del medioambiente son desafíos que requieren acciones concretas. En este sentido, el uso eficiente de la energía se vuelve clave para reducir impactos y avanzar hacia un desarrollo más sostenible.
Como parte de nuestro Sistema de Gestión Ambiental, en Dictuc implementamos el Programa de Buenas y Mejores Prácticas Ambientales en los Laboratorios, orientado a promover una cultura de responsabilidad que va más allá del cumplimiento normativo, fomentando un compromiso real en toda nuestra comunidad.
En esta ocasión, destacamos el eje de Gestión Responsable de la Energía, que reúne una serie de buenas y mejores prácticas destinadas a optimizar el consumo energético en nuestros laboratorios y oficinas. Estas acciones abarcan desde el uso eficiente de equipos e iluminación, hasta la incorporación de hábitos de ahorro que permiten reducir nuestra huella de carbono. A continuación, algunos ejemplos:
- Desenchufar los equipos de laboratorio cuando no estén en uso durante largos períodos.
- Cuando sea posible, programar apagados automáticos.
- Optimizar el uso de equipos de aire acondicionado.
- Usar al máximo la luz natural; adaptar la iluminación a las necesidades lumínicas de cada área del laboratorio (nunca menos de 300 lux).
- Cambio de luminarias por aquellas energéticamente eficientes (LED).
- Incorporación de paneles solares para calentar agua.
- Incorporación de sistemas fotovoltaicos para energía eléctrica.
- Diseño de adaptación eficiente de los edificios.
El compromiso con la sostenibilidad se refleja en cada decisión diaria. Una gestión energética consciente no solo disminuye el impacto ambiental, sino que también contribuye a un uso más responsable de los recursos y a la eficiencia de nuestras operaciones.
¡En Dictuc, seguimos avanzando en la construcción de una cultura ambiental sólida y participativa, donde cada acción cuenta!
Encuentra todas las buenas y mejores prácticas aquí.